Cruzadas Evangelistas Europeoamericanas

TESTIMONIO DE FE
 
 
 
 

 

LAS ESCRITURAS: Las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento fueron dispensadas por inspiración de Dios y son únicamente pauta suficiente, verdadera y fiable de todo saber de salvación, fe y obediencia. (II Timoteo 3:14-17, II Pedro 1:19-21, Hebreos 4:12)
 
DIOS: No hay sino un solo Dios, Creador, Salvador y Señor de todas las cosas, teniendo en y por si mismo toda perfección y siendo infinito en todo, y a El todas las criaturas le deben el mayor amor, reverencia y obediencia. (Hebreos 6:13, Génesis 1:27, 31)
 
LA TRINIDAD:
Dios se nos revela como Padre, Hijo y Espíritu Santo, cada uno con distintos atributos personales, pero sin división por naturaleza, esencia o ser (Juan 14:20). La labor y las obras del Espíritu Santo son los mismos ayer hoy y siempre, según consta en el libro de los Hechos. (Marcos 16:16-20, I Corintios 14:7-11)
 
JESUS, CRISTO (MESÍAS): Jesús fue concebido por el Espíritu Santo, nacido de virgen, vivió sin pecado, fue colmado en el Espíritu Santo, murió en la cruz por los pecados del mundo, resucitó de entre los muertos al tercer día (Primeros frutos de la Resurrección), ascendió al cielo y regresará de nuevo. (Lucas 1:26-38, 2:1-20, Juan 3:16)
 
PROVIDENCIA: Dios, desde la eternidad dicta o permite todas las cosas que suceden, y perpetuamente defiende, dirige y gobierna todas las criaturas y todos los acontecimientos. Sin embargo, él no es de ninguna manera o en ningún instante autor o condescendiente del pecado, ni él destruye la libre voluntad y la responsabilidad de los seres inteligentes. (Mateo 6:25-34, Hebreos 1)
 
ELECCIÓN: La elección es la opción eterna en Dios de la humanidad para una vida infinita, no por valía de la humanidad, sino por Su misma misericordia en Cristo , como consecuencia de ello pueden elegir, son justificados y glorificados. (I Pedro 1:2, Colosenses 3:12, I Timoteo 2:3-4)
 
LA CAIDA DEL HOMBRE: Dios originalmente creó al hombre a su semejanza y libre de pecado, pero, tentado por Satanás, transgredió el mandamiento de Dios y abandonó su estado original de santidad y de rectitud; heredando su descendencia una naturaleza corrupta y totalmente en contra de Dios y de su ley,  estando condenados. En el momento en que son capaces de emprender un combate moral, se vuelven transgresores. (Génesis 3)
 
EL MEDIADOR: Jesucristo, el Hijo unigénito de Dios, es el mediador divino designado entre Dios y el hombre. Habiendo tomado forma humana, pero sin pecado, Él siguió perfectamente la Ley, sufrió y murió en la cruz para salvación de los pecadores. Fue enterrado  y resucitó al tercer día y volvió con su Padre, a cuya mano derecha Él vivirá por siempre para interceder por su pueblo. Él es el único mediador,  Profeta, Sacerdote, Rey de la Iglesia y Soberano del Universo. (Juan 14:6)
 
REGENERACIÓN: La regeneración es un cambio del corazón, labrado por el Espíritu Santo, que dinamiza a los que mueren en ofensas y pecados, iluminando su mente espiritualmente para que comprendan la Palabra de Dios. El renueva totalmente su naturaleza para que amen y para que practiquen la santidad. Es por cuenta y gracia de Dios. (Juan 3:1-8)
 
ARREPENTIMIENTO: El arrepentimiento es una gracia evangélica por la que una persona, sensibilizada por el Espíritu Santo sobre la maldad de su pecado, se vuelve humilde, con aflicción piadosa, lo detesta y siente una sensación de aversión,  con el propósito y el empeño de caminar junto a Dios para complacerlo en todas las cosas. (Juan 6:44, Hechos 2:38-39)
 
FE: La fe salvadora es la creencia de que la autoridad de Dios sobre  cualquier cosa esta revelada en Su Palabra en Cristo; aceptándolo y apoyándose en El únicamente, para justificarlo, santificarlo y para vida eterna. Esto esta forjado en el corazón por el Espíritu Santo y conduce a una vida de santidad. (Marcos 11:23-25)
 
JUSTIFICACIÓN: La Justificación es la gracia de Dios y la plena absolución de todo pecado, de los pecadores que creen en Cristo, a través de la complacencia de Cristo, no por algo hecho en ellos o por ellos, sino por razón de obediencia y satisfacción en Cristo. Lo aceptan y se apoyan El y Su justicia por la fe. Romanos 8:28-31
 
SANTIFICACION: Los que han sido regenerados también son santificados por la Palabra de Dios y por el Espíritu Santo que mora en ellos. Esta santificación es progresiva a través de la infusión de fuerza divina, que todos los santos tratan de obtener, surge después de una vida celestial en obediencia cordial con todos los mandamientos de Cristo. (I Corintios 1:30, I Tesalonicenses 4:3, II Tesalonicenses 2:13, I Pedro 1:2)
 
LA IGLESIA: Nuestro Señor Jesucristo esta al frente de la Iglesia, la cual se compone de Sus verdaderos discípulos (los que están ahora en el Cielo, los que ahora viven en la tierra y los que en un futuro se convertirán en verdaderos discípulos suyos) y en Él está supremamente depositado todo el poder para su gobierno. Según Su mandamiento, los cristianos deben unirse en iglesias (organismos locales de creyentes) y cooperar con otras iglesias a fin de promover el evangelio para administrar ese orden, disciplina y  culto que Él ha designado. Los miembros de una iglesia son los que figuran en I Corintios 12:28, Efesios 4:11 y Hechos 6:1-4. Estos miembros serán seleccionados de acuerdo con I Timoteo 3:1-16
 
BAUTISMO: El bautismo es una ordenanza de Jesucristo Nuestro Señor, obligatorio para todo creyente en el que se le sumerge en agua en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, como signo de comunión con la muerte y resurrección de Cristo, de la remisión de los pecados, y de su entrega a Dios para vivir y andar en una nueva vida. (Mateo 28:18-20) El acto de bautismo no salva a una persona, sino que es más bien expresión de la salvación que ha recibido un cristiano. Nos bautizamos porque somos cristianos, no para convertirnos.
 
LA CENA DEL SEÑOR: La Cena del Señor es un decreto de Jesucristo que se realiza con pan sin levadura y jugo de la fruta de la vid y que se ha de ser cumplido por su Iglesia hasta el final de los tiempos. No es en ningún sentido un sacrificio, sino que se hace para conmemorar Su muerte, confirmar la fe y otras bendiciones de los cristianos y para ser vínculo, prenda y renovación de su unión con El y de su comunión con la iglesia. (I Corintios 11:23-33)
 
EL DÍA DEL SEÑOR: El Día del Señor es un día cristiano instituido para celebrar la resurrección de Jesús, y se ha de dedicar a realizar ejercicios de culto y devoción espiritual, tanto públicos como privados, descansando de las actividades corrientes, realizando solo obras de necesidad y de misericordia aceptables. (Éxodo 20:8-11)
 
LIBERTAD DE CONCIENCIA: sólo Dios es el Señor de la conciencia y El la ha dejado libre de doctrinas y mandamientos de hombres que son contrarios a Su Palabra o no la contemplan. Para los magistrados ordenados en Dios, todas las cosas legales mandadas por ellos las hemos de obedecer como si nos las mandase el Señor (siempre y cuando estas leyes civiles estén en armonía con la Biblia). No porque sí, sino por razon de conciencia. (Romanos 1:18-20; 13:1-14, II Pedro 1:20-21)
 
LA RESURRECCIÓN: El cuerpo del hombre después de la muerte se convierte en polvo, pero su espíritu regresa inmediatamente a Dios – los justos para descansar junto a El,  los malvados para ser arrinconados bajo pena hasta el Juicio. En el día señalado por Dios, los cuerpos de todos los difuntos, tanto los justos como los no justos serán resucitados. Marcos 9:43-48, Lucas 16:19-31, Hebreos 9:27; 10:26-31, Apocalipsis 20:10-15)
 
JUICIO: Dios designó un día en que Él juzgará a todos los discípulos de Jesucristo, cuando cada discípulo recibirá conforme a sus obras. Este será el juicio para todos los creyentes en el Trono de Enjuiciamiento de Cristo. Dios ha señalado también un día determinado (el Juicio del Gran Trono Blanco) donde Él juzgará al mundo por Jesucristo y cualquiera que no esté en el Libro de la Vida será lanzado al Mar de Fuego. Antes de ser lanzados al Mar de Fuego, serán juzgados según sus obras; los impíos se enviaran al castigo eterno, y los justos a la vida eterna. (II Corintios 5:10, Apocalipsis 20:10-15)
 
SANACION: La cura de cuerpos es posible para los creyentes en Cristo. (Isaías 53:5-7, I Pedro 2:24, Jacobo 5:16)
                              
        
 
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